domingo, 21 de mayo de 2017




Participación del sistema nervioso y endocrino en el estrés
Estrés: el estrés es un sentimiento de tensión física o emocional puede provenir de cualquier situación o pensamiento que haga sentir a la persona frustrada, furiosa o nerviosa
(Permuy. M.S 2011)


 El estrés en el sistema nervioso



  En los inicios del estrés, el hipotálamo estimula a la pituitaria (hipófisis) para que secrete diversas hormonas, incluyendo la hormona adrenocorticotrofina (ACTH). La ACTH se transporta mediante la circulación y estimula a la corteza suprarrenal (localizada sobre el riñón) para que libere cortisol (cortizona). Inicialmente esta hormona aumenta la capacidad del ser humano para afrontar efectivamente el estrés debido a que promueve la producción de glucosa (para la generación de energía) y produce efectos estrés en el sistema nervioso

Existen dos fases del estrés y dentro de las cuales encontramos
La Fase de Resistencia (Adaptación)
 El organismo trata de adaptarse al estrés continuó que lo afecta. Esta es una etapa de reparación como resultado del deterioro ocurrido en la primera etapa. Esta etapa se caracteriza por manifestaciones clínicas (físicas) y mentales, las cuales se desglosan a continuación:
·         Síntomas y signos físicos:
·         Frecuentes dolores de cabeza.
·         Tensión y dolor en los músculos (cuello, espalda y pecho).
·         Molestias en el pecho.
·         Fatiga frecuente.
·         Elevada temperatura corporal (manifestada como una fiebre).
·         Desórdenes estomacales (indigestión, diarrea).
·         Insomnio y pesadillas.
·         Sequedad en la boca y garganta.


Síntomas mentales:






"Tics" nerviosos (morder las uñas o un lápiz, halar o torcer un mechón de cabello, tocarse repetidamente la cara, cabello o bigote, rascarse la cabeza).
·         Irritabilidad y dificultad para reír.
·         Ansias de comer algo.
·         Dificultad para concentrarse y para recordar datos.
·         Complejos, fobias y miedos, y sensación de fracaso.
·         La Fase de Fatiga o Desgaste (Deterioro)
      Ante la incapacidad de afrontar la tensión (estresor) por más tiempo, ocurre un desbalance homeostático (equilibrio interno) y fisiológico en el cuerpo, el organismo colapsa y cede ante la enfermedad. Como resultado del estrés continuo, durante esta etapa pueden surgir una variedad de enfermedades psicosomáticas, tales como hipertensión, ataque al corazón, apoplejía o derrame cerebral, úlceras, trastornos gastrointestinales (e.g., colistis y otras), asma, cáncer, migraña, alteraciones dermatológicas, entre otras condiciones.
¿Por qué surge el estrés?
El estrés ocurre cuando los cambios en el medio externo o interno son interpretados por el organismo como una amenaza a su homeostasis. La habilidad del organismo de ejecutar la respuesta apropiada a cambios ambientales potencialmente estresantes requiere del correcto reconocimiento del cambio ambiental y la activación de la respuesta de estrés. La habilidad de eliminar el estresor activamente mediante la relocalización o la evitación requiere la evolución de una habilidad para detectar o anticipar los cambios estresantes y el conocimiento o memoria de las estrategias o ajustes exitosos para evitarlos.
Respuesta Normal del Organismo ante un Estrés Amenazante
 Como mecanismo de defensa ante un peligro inminente y real, nuestro organismo responde de una manera muy particular, lo cual  nos ayuda a defendernos o a evitar este peligro. Se ha dividido esta respuesta en tres fases, a saber: alarma, acción y relajación.
  Alarma
       El cuerpo se prepara combatir la amenaza. Aumentan los niveles energéticos del organismo. Por ejemplo,  cruzando una calle, un automóvil, se queda sin frenos; en esta situación el cuerpo se prepara para reaccionar ante la amenaza de este carro que se dirige a arrollar al individuo.
Acción
  El cuerpo ejecuta las acciones necesarias para combatir o evadir la amenaza. Utiliza la energía producida durante la etapa inicial de alarma. Usando el ejemplo anterior, el individuo corre para evadir el carro.
   Relajamiento
 En esta etapa, bajan los niveles energéticos y retorna la homeostasia fisiológica y psíquica hacia sus niveles normales. El individúo siente un alivio subjetivo físico y emocional luego de haber  pasado el susto.

Referencias



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